Buenas noticias! Morte Terra sigue con vida! A pesar de las apariencias el proyecto se mueve, aunque despacito – mientras que las cosas se ponen más y más complicadas. Construir un fotolibro no es tarea fácil – o por lo menos no lo es en mi caso. Este mes he planeado otra salida a terreno, donde trataré de recopilar imágenes funcional al fortalecimiento y consolidación de la narrativa. Luego veremos. Mientras tanto, las fotos siguen tiradas en el suelo de mi piso – desde tiempo inmemorable – pero algo aún falta. O falla. Cuando pensé que mi maqueta ya estuviera lista, pues, resultó que así no era! Para nada, vamos. He aceptado con gratitud todas las criticas y los comentarios al respeto, reconociendo mis limites y los de la narrativa del libro. Confieso, me está costando bastante la edición del libro; algunos sostiene que debe der ser el fotógrafo el ultimo juez de su trabajo y dueño absoluto de las secuencias y del editing, mientras que, otros, enfatizan la necesidad de un editor fotográfico externo, capaz de dar vuelta a tus fotos ( de las cuales estás demasiado empapado, hasta emocionalmente) y de ayudarte con la estructura del cuento. No lo sé. Lo que sí sé es que me está costando acabar con este proceso. Seguramente tiene que ver con el proyecto en mi cabeza, con la idea que yo tengo del mismo. Pero siendo que no tengo, ni corre, prisa, no hay problema. Probablemente será el solo libro que publique, y entonces no hace ninguna falta ni apurarse ni correr. Mientras tanto, la despoblación corre, desde luego mucho más rápido que yo.
En las imágenes:
Aldea de Encomienda. 05-11-2015, Ourense. Dueños de juegos para niños completan el montaje de los mismos en ocasión de una fiesta de aldea.